Educamos hoy ...


¿Por qué es necesario poner LÍMITES y establecer REGLAS?
                                                                                                       
         - Los niños, desde muy pequeños,  necesitan ser guiados por los adultos para que aprendan  cómo realizar lo que desean de la manera más adecuada.
· Es fundamental establecer reglas para fortalecer conductas y lograr su crecimiento personal.
· Los límites deben basarse en las necesidades de los niños. 
· Lo que se LIMITA es la CONDUCTA, no los sentimientos que la acompañan.  A un niño se le puede solicitar que no haga alguna cosa,  pero nunca se le puede pedir que no sienta algo o impedirle una emoción o sentimiento.
· Los LÍMITES deben fijarse de manera que no afecten el respeto y la autoestima del niño.  
·  Atiende la situación problemática empleando pocas palabras.  Los sermones son poco efectivos y alteran a las personas.
· Evita  calificar al niño, solamente señala el problema.
· Sé firme,  pero tranquilo.
v  ¿Qué podemos hacer?
. Dedícale el tiempo suficiente...   Si uno está mal para enfrentar el día, si se siente contrariado por cualquier motivo, los niños sentirán esta tensión.
· Cuando no se respetan los LÍMITES, debe traer consecuencias. Estas,deben ser proporcionales, directas y en la medida de lo posible, inmediatas a la situación que las provoca. Esto es, que guarden una relación natural o lógica con la conducta en cuestión.
· Las REGLAS deben establecerse de común acuerdo entre padres e hijos, deben ser el producto de la discusión y el entendimiento.
. La disciplina da buenos resultados cuando los adultos son firmes, observadores y afectuosos, nunca si estos se muestran superficiales. 
· NO queremos que los niños crean que porque deseamos ser sus amigos, ellos podrán hacer lo que deseen.  No queremos tampoco que nos tengan miedo. 
· La DISCIPLINA depende en gran medida de las habilidades y de las conductas de los adultos. Esto es difícil, pues exige mucho de nosotros mismos.
Los niños imitan la conducta de los adultos y si el adulto es grosero, estos también lo serán. 
  Los niños necesitan adultos que tengan autocontrol  y en quienes ellos puedan confiar. 

 Principios básicos para padres y madres que desean educar bien:

1. Los padres son  los educadores, la escuela o colegio sólo complementan.
2. Educar bien es enseñar a: conocer las propias posibilidades, desear crecer, aceptar nuestras limitaciones y nuestras virtudes de forma sana, es enseñar a vivir.
3. Educar bien es enseñar a adaptarse a todas las situaciones: buenas o desfavorables.
4. Educar no es proporcionar experiencias buenas y aislarle de las malas.  Es ayudarle a aprender de ellas.
5. Para educar bien, no existen recetas, se aprende de experiencias concretas y luego se generaliza.
6. Educar es una toma de decisiones constante.
7. Nuestras decisiones están muy influidas por cómo hemos sido educados.
8. Ser conscientes de ello, ayuda a educar más sensatamente.
9. Educar bien a tu hijo (a), no es compensarle por lo que nosotros no hemos recibido en nuestra niñez.  “Los hijos no nacen con tus carencias ni necesidades, no se las crees”.
10. Debo educar en el presente con perspectiva de futuro.
11. Una mala actuación ahora se paga con creces en el futuro.
12. No debo angustiarme.  Si no puedo, busco ayuda.
13. Para educar bien es necesario tener sentido común.
14. Muchas veces necesitamos una visión objetiva desde fuera.
15. Educar bien no es buscar las mismas condiciones para todos, sino es dar a cada hijo lo que necesita.  Hacerlo así no es ser injusto, ayuda a los hijos a crecer aceptando la individualidad de cada uno.
16. No hay error que no se enmiende.
17. Puedo rectificar sin perder la autoridad.
18. No importa lo que sucedió en el pasado, si hay problemas, hay que “tomar la situación de  inmediato”.
19. Sé positivo.  Dile a tu hijo lo que  te gusta y pon un límite a lo que no te gusta.
20. Un niño (a) es una antena parabólica constante.  Se entera de todo, lo imita todo
21. El mayor deseo del niño es controlar el entorno.
22. El niño necesita libertad conducida.
23. Nunca debo mentirle.  Si le enfrento a aquellas cosas que no le gustan  pero que debe aceptar, le preparo para asumir la realidad.
24. Si le miento, será un inmaduro (necesitará que le disfracemos las cosas para aceptarlas) y un inseguro (si no puedo confiar en mis padres ¿en quién puedo confiar?)
25. Debo explicarle las cosas (casi siempre) y de forma breve.
26. A veces los niños necesitan un “Porque yo lo digo”.
27. Levantar castigos o encubrir los errores sólo es sobreprotección.  Las personas sólo aprendemos de nuestros errores, si no , contribuiremos a la formación de  hijos inmaduros, incapaces de enfrentarse a la frustración.
28. El mayor deseo de un niño es que papá y mamá estén pendientes de él.
29. La atención que le prestamos es nuestra mejor arma.  Quien sabe cómo y cuándo prestar atención a su hijo(a) sabe educar.
Si nosotros no ponemos límites a su conducta ¿ lo hará él?.
v  Todos estos principios se pueden resumir en el siguiente pensamiento:
· Sé que puedes.
· Por eso te enseño y te exijo.
· Y como sé que te cuesta esfuerzo, te lo reconozco.
v  ¿Cómo aumentar las conductas positivas y eliminar las negativas?
· Las normas deben ser claras, estar bien definidas y  adecuadas.
· Cuando exijas a tu hijo/a, no actúes de forma contradictoria.
· Sé coherente en la aplicación de las normas.
· Cuando se produzcan desacuerdos entre los padres sobre la forma de educar a los niños, nunca debéis discutir delante de ellos.
· Evitar  centrar la autoridad en un solo padre – madre.
· No delegar la autoridad en el  otro.
· No os  desautoricéis  nunca.
· No modifiques  los castigos  o sanciones(consecuencias), una vez anunciados.
· No castigues o sanciones  con algo que no pueda cumplir.
· Acostúmbrale  a pedir permiso.
· Cuando tengas  que poner un castigo, no te alteres.

v  Finalmente recuerda:
Los adultos que conviven con el niño, tienen que estar de acuerdo acerca de los límites que debe tener: qué se le permite y qué se le prohíbe.  Hay que ser cautelosos con el castigo, porque si éste  no se lleva a cabo adecuadamente, el niño no aprenderá lo que es bueno  y malo, no fortalecerá  su moral.  Tal vez deje de hacer  lo que se le censura por temor,  pero no por convicción.  Lo importante es que el adulto  ejerza su autoridad de manera que le  dé la oportunidad al niño de aprender algo de la experiencia.  Ante un berrinche,  por ejemplo, se le  puede ignorar, hasta que se calme, y explicarle las consecuencias de su acción.  Aprenderá a tener más cuidado la próxima vez.  Se le puede invitar a que participe en la reparación de la conducta o daño causado ( Por ejemplo: recuperando el libro destruido, el juguete que ha roto, el dedo maltratado del hermano...). Por último, es importante  afirmar  que la censura mediante palabras o gestos es a menudo insuficiente para que el niño se dé cuenta  de que con su acción, ha roto el vínculo de confianza mutua y de solidaridad, al hacer algo desagradable a los otros.

“Educar a un niño es como sostener en la mano un jabón.  Si aprietas mucho sale disparado, si lo sujetas con indecisión se te escurre entre los dedos, una presión suave pero firme lo mantiene sujeto”.


Os reseño un par de libros que están muy bien y nos ayudan a formarnos como educadores:


  • "El no también ayuda a crecer" de Mª Jesús Álava Reyes
  •  "El pequeño dictador "de Javier Urra.